Tercera parte (del 18 al 23 de Enero)

El  día 18 de Enero, volvimos a Praia do Ouvidor, pero con la intención de conocer esta vez Praia Vermelha. Ésta es una playa a la cual se llega por una trilha, caminando unos 20 a 30 minutos. Se trata de una playa virgen, súper tranquila y hermosa. Hay una casa en donde vive una gente a la que envidio demasiado, con cada célula de mi cuerpo!!! Onda que el patio de la casa es esa hermosa playa desierta!!!
El agua estaba a una temperatura óptima, transparente. Daban ganas de meterse, pero lamentablemente estuvimos un ratito nomás, porque ya se nos escondía el sol, y a la vuelta no se veía casi nada el caminito encima del cerro...


Al fondo, Praia do Ouvidor






Un Teletubie!!



Al fondo se ve Praia Vermelha

De estos puentes, hay que cruzar 3

Estefi en Praia Vermelha



Llegamos a casa a las 21:50 hs.


El día 19 de Enero, volvimos a Praia da Ferrugem, ya que nos había quedado pendiente la subida al morro, en donde supuestamente está el cementerio indígena. Nuevamente nos tocó un día bárbaro, con mucho sol. Fotos de este día ya fueron publicadas en el relato del día 14, por lo que no vamos a agregar nada más.


Al día siguiente tuvimos que dejar la casa en Praia do Rosa. Habiendo ya preparado todo el equipaje a la noche, cargamos los autos a la mañana, y salimos tipo 10:40 hs. Cargamos gnc y encaramos la BR101 hacia el norte. 


Praia da Gamboa fue nuestro siguiente destino. Está más o menos a unos 30 kms al norte de Praia do Rosa, yendo por la BR. Desde la salida de la BR que lleva a Rosa, hasta la salida que lleva a Gamboa, hay 20 kms. Luego, hay que meterse un tramo todavía, hasta llegar a sendos pueblos (qué tal mi léxico!).


Medio complicado el camino desde la BR hasta Gamboa. Mucho serrucho y guadal. Para colmo los días que llovió, el guadal se hizo pantano, y los autos patinaban que daban miedo.

El primer día de playa estuvo muy bueno, pero tuvo un inconveniente. Osvaldo se tuvo que volver a Praia do Rosa porque faltaban algunos toallones nuevos, que posteriormente aparecieron en la Ecosport. Así que se perdió bastante del sol. De todas formas, cuando llegó se bañó igual.








No es que salió oscura, es que nos quedamos hasta la noche!!!






El día 21 nos quedamos haciendo playa en el mismo lugar. Después nos duchamos y fuimos a comer al restaurante que está pegado a la playa. Una noche realmente muy linda. Comimos súper bien y no es para nada caro. Las caras de cansancio a la noche revelan que no nos hemos aburrido ese día...


Desde el balcón de la casa



Niño envuelto


 
La mató el flash!




El día 22 de Enero fuimos a conocer la otra parte de la praia da Gamboa. Es un lugar al que se llega caminando bien hasta la punta norte, donde hay unas rocas grandes. Se puede subir por unas escaleras de piedra bastante "naturales" y empinadas. Arriba de ese morrito, hay unas lindas dunas por las cuales luego hay que bajar para llegar a la playa, que en los mapas figura con el nombre "Praia do Canto", pero nunca supe bien si esto era así.

Nosotros no hicimos todo el trayecto caminando, sino que hicimos trampa. Fuimos con el auto hasta el estacionamiento de un restaurante llamado "Baleia Bar", el cual nunca tuvimos tiempo de visitar. Desde allí nos fuimos hacia la otra playa. Ésta está realmente muy linda. No va nadie. Aunque tampoco va el churrero, el de los quesos, el carrito de tragos, es decir, un embole.... jejejejee.

Tomamos un par de mates y algunos nos metimos al mar. Una tormenta nos asustó y nos hizo adelantar la partida. Pero como fue un amague, al cruzar el morro de las dunas, nos quedamos un rato más del otro lado, tomando más mates...

Aquí las fotos:

Ya habiendo subido el morro





Foto tomada de leeeeeejos


Otra foto de leeeejos. Bote pescador.

Luego de volver de la "Praia do Canto"






Ladrón de ojotas detectado a tiempo.

23 de Enero: Cascada Encantada.

El día 23 fuimos a conocer un hermoso lugar llamado "Cascata Encantada". Verdaderamente fue un día precioso, para no olvidar. Desde la casa en Gamboa, hay que recorrer 22 km. Se toma la BR101 hacia el sur, y seguir los carteles indicadores. Si uno va guiado por GPS, y no encuentra el punto como "Cascata Encantada", debe probar con "Tijela", ya que así se denominaba antes el lugar. Tijela significa "olla". De todas formas, las coordenadas son 28º 01' 21.1" S - 48º 43' 40.4" O.


Para hacer una descripción breve de la Cascata Encantada, diremos que tiene la recepción, un bar muy bonito a mano izquierda, pegado a un espacio con asientos y juegos. A la derecha de la senda que lleva a la cascada, hay dos canchas: una de fútbol y otra de voley. Pasando estas canchas, hay dos piletas, cuya agua proviene de la misma cascada. Está de más decir que se trata de agua sumamente limpia, y con agradable temperatura. Hay una pileta para grandes, y otra para niños chiquitos. Más allá hay mesas para comer o tomar algo, y otro barcito con comidas y bebidas. A la derecha de esta senda está el río. Siguiendo el camino, se cruzan un par de puentes, tras lo cual llegamos a la olla.
Allí uno se puede tirar desde dos lugares. El primero tiene una altura de 3 metros, y el segundo de 7 metros. Nosotros nos tiramos desde los 3 metros, porque sinceramente se nos frunció todo al ver la cosa desde la plataforma más alta.


El sitio web de este hermoso lugar es http://www.cascataencantada.com.br/. Y las fotos de nuestra experiencia, son las que siguen:








Lucas en pleno vuelo

Plataforma para tirarse desde 3 metros


Lucas tomando caldo de cana








A la tardecita, mientras los demás andaban por las hamacas y demás juegos, yo me entretuve charlando con Domingus, uno de los dueños del lugar, quien me contó parte de la historia, tanto de él como de Cascata Encantada. Es un tipo muy piola, que parece muy callado, pero que al darle charla se soltó bastante. Es el que nos preparó los caldos de cana y los açais na tijela.


A las 21 hs, ya saliendo de ese hermoso complejo, nos volvimos para la casa en Gamboa.

El tiempo amenazaba con una fuerte tormenta, y nosotros andábamos buscando alguna comida para llevar. No había mucho, así que compramos algunas "coxas" en un bolichito, y chau picho...
(Esto fue sólo el 70% del viaje. Ya sigue, ya siiiiiigue...)

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