Cuarta parte: 27 al 31 de enero.

A las 9:30 hs del día 27, dejamos la casa en Morro das Pedras y partimos hacia nuestro próximo destino: Gramado y Canela.

Cargamos GNV en el centro de Floripa, y ya a las 11:40 estábamos pasando por el puente hacia el continente. Un poco más de una hora después, estábamos cruzando el Anita Garibaldi, para seguir hacia el sur por la hermosa BR101. A las 15 hs pintó el hambre, y paramos a comer al costado de la ruta, pegadito a una casa que vendía artesanías, a la altura del extremo sur de la Lagoa do Sombrio.

Al llegar al cruce con la ERS-486, desviamos hacia el oeste, por la Rota do Sol, pasando primeramente por Três Forquilhas, Itati, el parque de Aratinga (Estaçao ecológica estadual), hasta llegar a la ERS-020, la cual tomamos hacia el sur. En seguida tomamos la ERS-235, que va derechito a Gramado y Canela. En Gramado ya teníamos reservado en el hotel Aldeia das Azaleias. Realmente muy lindo. Altamente aconsejable.

Volviendo por el Ponte Anita Garibaldi
Almuerzo al costado de la BR-101
 

Llegando a la Rota do Sol



A las18 hs, paramos en un mirador muy bonito, cuya ubicación geográfica es 29º 21' 17.3" S - 50º 10' 21.3" O. Tiene una vista espectacular, y hay un negocio donde comprar regionales de todo tipo, y se puede comer allí.








Cerca de las 20 hs llegamos al hotel Aldeia das Azaleias, en Gramado. Muy lindo. No pudimos disfrutar de la pileta por dos motivos: falta de tiempo y factores climáticos que no acompañaron.

El desayuno en ese hotel es fabuloso. Hay de todo, como nos tiene (mal) acostumbrados Brasil. Teníamos asignadas dos habitaciones, pero pudimos cambiarlas por una grande en donde nos acomodamos todos. La gente del hotel, piolísima!!




Nunca nos dijeron que en la habitación estaba la entrada a Narnia!






El día 28 de enero, desayunamosen el hotel y fuimos a conocer un poco de Gramado y Canela. Hay tantas cosas para ver, que habría que quedarse por lo menos 15 días. Por lo pronto, fuimos hasta el MiniWord. No hay palabras para describir lo que se puede ver allí. Una belleza total. Realmente, el mundo en miniatura. Hay que ir con tiempo para poder captar todos los detalles de las diferentes maquetas. De nuevo, tuve que elegir algunas fotos, ya que del Mini Mundo hay más de 200. Así que no se quejen...

Patio del hotel Aldeia das Azaleias





Llegando al Mini Mundo



The Beatles!


El Delorean!!







El aeropuerto de Bariloche!



Todo es mini, menos la tetera


En el piso de arriba de la tetera


Al salir del Mini Mundo, con muchísimo calor, seguimos recorriendo el lugar. Pasamos por el Mundo a Vapor, que es un lugar en donde se exhiben montones de máquinas a vapor. Allí nos sacamos algunas fotos, pero no entramos. De allí, fuimos a un parque en donde te llevan en bondinhos, que son unos teleféricos. Son una porquería, porque uno se prepara para un gran viaje, y sólo hacen 200 metros repartidos en dos estaciones. Una cagada. Salí muy arrepentido, porque no era barato. 










Llegando al Parque da Serra

El paseo en bondinho...
 


Bicho de mier...!
El bondinho hace dos paradas. Uno se baja, recorre un poco los senderos señalados, en los cuales se puede encontrar así, libremente, ese bicho horrible de la foto de arriba. También hay un lugar en donde se encuentran un montón de animales de madera, que tienen la particularidad de reproducir los sonidos correspondientes mediante el frotamiento con un palo. Eso estuvo bueno.
 









Después de dos horas de recorrer el parque, nos dirigimos al parque Terra Mágica, para averiguar de qué se trataba. Finalmente, nadie quiso entrar...

Parque Terra Mágica


Siguiendo el tour, llegamos hasta la fábrica de chocolates "Florybal", en Canela, donde obviamente compramos algunas cositas...Y los chicos disfrutaron un ratito de unos juegos que había en el segundo piso.






A las 16 hs fuimos a conocer el Lago Negro, que vendría a ser una imitación de la Selva Negra alemana. Allí se puede caminar alrededor del lago, como así también pasear en los catamaranes. El día, lamentablemente, había empeorado un poco y lloviznaba. 






Después fuimos a caminar por el centro de Gramado, cuya belleza sólo se puede experimentar yendo para allá. Dejamos el auto y nos fuimos a pasear. Por supuesto, después de tanto andar, nos dio hambre. Y como allí se come temprano, fuimos a un restaurante como a las 19:30 hs. Muy lindo. Comimos como chanchos. Una secuencia de fondues. Terrible! Primero una carne asada por nosotros, con una serie de salsas. Digo asada por nosotros, porque te traen la carne cruda y una plancha caliente, en donde uno la asa a gusto. Excelente! Luego trajeron una fondeu de queso, y de postre una fondeu de chocolate. No podíamos más!!





















Hasta aquí, lo que hicimos el día 28 de enero.

Al día siguiente, tuvimos que abandonar Gramado y Canela para retornar a nuestro país. Antes de salir, fuimos a comprar algunos regionales.

Tomamos la ruta BR-116 hacia Porto Alegre, y antes de llegar al puente que conduce a la BR-290, increíblemente le pifiamos. Subimos a la rampa a la derecha en lugar de seguir de largo, lo que nos hizo meter un poco a la ciudad hacia el noroeste. Así que en el próximo trébol pegamos la vuelta, y ahí sí agarramos el puente.

A la salida de la ciudad, cargamos GNV en un puesto que no conocíamos, y posteriormente cargamos en Pântano Grande. Ya eran las 17:30 hs. Yo había hablado días antes con Neuza para reservar alojamiento en São Gabriel, así que hacia allí íbamos. En medio de la ruta, nos agarró una lluvia como nunca jamás nos agarró, al punto de que no se veía NADA! Sin exagerar. Eran las 18:42 hs. Como pudimos, nos salimos de la ruta, pues alcanzamos a divisar varios autos en un estacionamiento de una especie de parador. El diluvio era impresionante, y yo no tenía forma de comunicarme con Neuza nuevamente para explicar la situación. Por suerte, cuando la lluvia disminuyó la intensidad, pudimos seguir viaje después de 15 minutos de espera.



Dejando Gramado y Canela





A las 21:26 hs llegamos por fin a casa de nuestros amigos brasileros, en Sao Gabriel. Después de instalarnos y bañarnos, nos fuimos a comer a un restaurante nuevo bien frente al hotel  Sao Luiz. Allí mismo pagamos con débito el alojamiento, ya que el dueño del lugar es pariente de Neuza.

Al día siguiente, 30 de enero, continuamos nuestro viaje de retorno. 


A las 14:38 hs paramos a comer en una estación de servicio antes de entrar a Uruguaiana. Luego, 20 minutos en la aduana brasilera, como siempre cortando clavos por alguna multa, lo cual no sucedió. Y ya a las 16:45 enfilamos hacia el puente internacional. 

15 minutos en la aduana Argentina. Gnc en Chajarí, y luego paramos a dormir en un hotel muy lindo sobre la RN14, frente al cruce a Federación. Se llama La Cabaña. Una pena que sólo fue para dormir esa noche, y ni siquiera pudimos usar la pileta... 

Esa noche fuimos a pasear y conocer Federación. Nos indignamos cuando vimos que ningún restaurante aceptaba tarjetas, ni débito ni crédito. Un garrón!




A las 10:50 hs del 31 de enero, dejamos el hotel y continuamos el tramo final del viaje hacia Río Cuarto. Ruta 14 hacia el sur, hasta Concepción del Uruguay, luego por la 39 hacia el oeste, RN12 hasta Nogoyá donde cargamos GNC y almorzamos.

En medio del puente Victoria-Rosario, hicimos un alto, porque nunca lo habíamos hecho. Como para apreciar un poco el paisaje de las islas del Paraná, y respirar aire fresco. Se notaban las consecuencias de la gran crecida que había tenido días antes. De terror.





La creciente



En Carcarañá hicimos la última pausa en el viaje, a las 20 hs, para luego proseguir hacia nuestra ciudad, a donde llegamos a las 2:50 hs.

5436 km recorridos en 28 días. 5436 km de puro placer.

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