Los viajes del Gavilán: 17 de Enero

Visitamos la playa de Bombinhas, esperando encontrala como la última vez que fuimos. Pero nada que ver. Agua muuuy sucia, con mugre de los morros arrastrada por las lluvias. Prácticamente no nos pudimos bañar. Allí comimos, armamos luego el "campamento" en la playa, y al rato levantamos todo y nos fuimos a Bombas, para ver si allí estaba mejor. Pero no. Estaba igual de sucia, con el agregado que ya a esa hora se había puesto frío. Así que de bañarse, ni hablar... Así que tomamos unos mates, estuvimos un ratito, y después nos cambiamos para ir a recorrer un poco el lugar y cenar. Compramos algunas cosas en algunos de los tantos locales que hay allá.
Muchos argentinos andaban también. Nos dimos cuenta por la falta de respeto y por cómo se quieren llevar todo por delante. La mayoría de ellos, porteños... No se calentaban por hablar una mísera palabra en portugués. Como si estuvieran en casa ellos.
Una chica que atendía en un negocio, con la cual estuve "falando", se sorprendió porque nunca un argentino le había hablado en portugués.
¡Gente, si van a un país que habla otro idioma, preocúpense en estudiar aunque sea un poco de ese idioma! ¡Por lo menos traten de hacerse entender! No como esa porteña que entró a un supermercado y le preguntó a la cajera: "Che, ¿tenés Rayito de Sol?"